Con uno de los contingentes más grandes que han registrado durante sus movimientos, la comunidad LGBTTTIQ+ salió a marchar a las calles de la Capital potosina, en el marco de su celebración el pasado 28 de junio.
La convocatoria a «salir del closet» y ser libres, es dar a conocer sin sentimientos de vergüenza la propia sexualidad a familiares, amistades y la comunidad en general. Las marchas suelen expresar también los reclamos de los diversos colectivos LGBT+.
La manifestación se realizó simultáneamente en muchas ciudades de México y aunque los movimientos tomaron mucha fuerza, incluyendo San Luis Potosí, algunas ciudades y países han prohibido o restringido la realización de la Marcha del Orgullo.
Líderes y representantes de la marcha, aseguran que, con su estilo festivo, cambiaron el mundo, logrando avances notables contra la discriminación y la estigmatización de las personas LGBTIQ+.
Como datos duros, en los últimos años han aparecido críticas hacia las marchas y eventos del orgullo, debido a la mercantilización y la falta de inclusión de los grupos sociales más vulnerables, afectados por un nuevo fenómeno conocido como homonormatividad.
Ello ha llevado al surgimiento de marchas y eventos del orgullo, que ponen el acento en la desigualdad y la exclusión, como la UK Black Pride (Orgullo Negro del Reino Unido), que se realiza un día después de la Marcha del Orgullo y se ha vuelto la mayor expresión pública de Europa para las personas LGBTQ con ascendencia africana, asiática, medio oriente, latinoamericano y caribeño.
San Luis Potosí ha sido objetivo de críticas y agresiones contra integrantes de la comunidad, con asesinatos en la zona metropolitana de la entidad.
En la Capital potosina, el contingente partió desde el Parque de Morales hasta el Centro Histórico de San Luis Potosí.